Hola a tothom!
Ara feia dies que no us dèiem res i això no pot ser!!!!
Desitgem que tingueu unes molt bones festes, un Bon Nadal (ha passat el dia 25, però encara som a l'octava de Nadal, eh?). Que gaudiu d'aquests dies i els aprofiteu per estar amb els qui més estimeu.
Us escrivim la primera part de la Carta de Taizé 2011, escrita pel germà Alois. Aquesta és la carta que meditaran i comentaran en petits grups tots els joves que han anat a Rotterdam, a la 33a Trobada Europea de Joves, la peregrinació de confiança sobre la terra.
"La alegría del corazón, esa es tu vida. ¡Deja la tristeza! Esta llamada de un creyente que vivió mucho antes de Cristo se dirige también a nosotros hoy.
En nuestras existencias, atravesamos dificultades y sufrimientos, a veces durante largos períodos. Pero quisiéramos buscar siempre reencontrar la alegría de vivir.
¿De dónde viene esta alegría?
Se despierta por el asombro de un encuentro, por la duración de una amistad, por la creación artística, o también, por la belleza de la naturaleza...
El amor que se nos muestra hace nacer una felicidad que colma poco a poco el fondo del alma.
Y somos llevados entonces a hacer una opción por la alegría.
A veces los que conocen la pobreza y la privación son capaces de una alegría de vivir espontánea, una alegría que resiste el desánimo.
Cuando, en muchas ocasiones, la Biblia invita a la alegría, ella también nos muestra la fuente. Esta alegría no depende solamente de circunstancias momentáneas, viene de la confianza en Dios: "Alegraos siempre en el Señor. Os lo repito: alegraos.El Señor está cerca."
Cristo no ha venido para fundar una religión en competencia con otras. En Él, Dios ha compartido nuestra condición para que cada ser humano se sepa amado por un amor de eternidad y encuentre así su alegría en una comunión con Dios. Al creer en Él, nuestros ojos se abren aún más a todo lo que es humano, el amor de una madre por su hijo, la devoción de los que cuidan a los enfermos..En estos actos de generosidad, Cristo está presente, a veces sin ser reconocido.
Cristo aporta una renovación radical del ser humano. Esta vida nueva, la ha vivido primero Él mismo y ha luchado por permanecer fiel. Justo antes de ser arrestado, partió el pan mientras pronunciaba estas palabras misteriosas: "Esto es mi cuerpo entregado por vosotros." Sí, Él es "la Palabra hecha carne". Él ha transformado su muerte injusta en el don de su vida. Resucitado de entre los muertos, exhala su aliento sobre sus discípulos y les comunica el Espíritu Santo, la vida misma de Dios.
El Espíritu Santo deposita la alegría de Cristo resucitado en el fondo de nuestro ser. Esta alegría está ahí no sólo cuando todo es fácil. Cuando se nos coloca delante de una tarea exigente, el esfuerzo puede reanimar la alegría. E incluso en las dificultades, puede permanecer enterrada como la brasa bajo las cenizas, sin apagarse. En la alabanza, permitimos que ascienda en nosotros, y de pronto, el instante se ilumina."
• ¿Qué me pone triste? ¿Qué me hace feliz?
• “Hacer una opción por la alegría”: ¿Es esto una ingenuidad, dadas las dificultades de la vida? ¿Qué cambia la alegría en mi vida personal y en mi entorno?
• ¿Por qué la alegría es tan importante para los cristianos?
• ¿He tenido en situaciones de prueba la experiencia de una “alegría que se resiste al desánimo”?
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